“La Congregación de los Sagrados Corazones es un orgullo para todos nosotros"

29 marzo 2023

“Torrelavega es mejor por teneros aquí”, ha afirmado el alcalde, Javier López Estrada, en el acto de entrega de la Medalla de Oro de la ciudad a la Congregación de los Sagrados Corazones, expresando el “agradecimiento” a todas las personas “que forman esa gran familia, a todos los que habéis dedicado toda una vida a educar una ciudad”. Durante 140 años, ha ensalzado el alcalde, “habéis formado parte de la historia de la ciudad” y “miles de torrelaveguenses han sido educados en vuestras aulas”, en los colegios de los Sagrados Corazones y de Nuestra Señora de La Paz.

 

López Estrada también ha destacado que los dos colegios de la Congregación de los Sagrados Corazones son, entre otras cosas, “un elemento de fijación de población, un signo inequívoco de la vocación comarcal de la ciudad y un orgullo para todos nosotros”.

 

El alcalde y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, han hecho entrega de la Medalla de Oro, la máxima distinción del Reglamento de Honores de Torrelavega, a los representantes de la congregación, Aurelio Cayón, del Colegio La Paz, y Nuria Arias, de los Sagrados Corazones.

 

Revilla ha subrayado cómo la pertenencia a estos centros, que ha calificado de ejemplares, “marca el carácter y ha dejado huella” en generaciones de torrelaveguenses, que “presumen” de su época escolar en estos centros. El presidente ha recordado que la educación es la base social fundamental y “la solución a los grandes problemas de la humanidad”.

 

También ha incidido en los beneficios del modelo de cohabitación de lo público y lo privado en los ámbitos sanitario y educativo, con instituciones como la Congregación de los Sagrados Corazones que son “el apoyo y complemento perfecto de lo público”.

 

Por su parte, los representantes de la Congregación han expresado su agradecimiento por este homenaje y han recordado lo que significa su labor docente y la formación de niños y niñas.

 

Previamente a la entrega de la medalla, la concejal de Protocolo, Cristina García Viñas, ha glosado los méritos que han motivado este reconocimiento y ha hecho un breve recuerdo de la llegada y la evolución de la Congregación en Torrelavega.

 

Tras la entrega de la medalla y los diplomas acreditativos, y antes de dar paso a las intervenciones, dos niños y dos niñas, en representación de todos los alumnos de los dos centros, han entregado a Aurelio Cayón y Nuria Arias sendos ramos de flores.

 

El acto de entrega de la Medalla de Oro ha tenido lugar en un abarrotado Teatro Municipal Concha Espina, que se ha llenado de alumnos y ex alumnos; profesores en activo y jubilados; miembros de la Congregación; los equipos directivos de La Paz y los Sagrados Corazones, encabezados por sus directoras, Marisol Dosal y Almudena Pajares; familias; amigos y autoridades.

 

También han asistido los anteriores Medalla de Oro de la ciudad; varios ex alcaldes; y la práctica totalidad de la Corporación, además del presidente del Parlamento; la delegada del Gobierno; el vicepresidente del Gobierno de Cantabria; los consejeros de Presidencia, de Educación, y de industria; así como representantes del tejido social de la ciudad.

 

El acto ha comenzado con la proyección de un vídeo de cada uno de los colegios de la Congregación y se ha cerrado con la interpretación de ‘Canciones de Torrelavega’ a cargo del Coro Ronda Besaya.

 

Entre los méritos destacados por el Ayuntamiento de Torrelavega para conceder la Medalla de Oro sobresale la vinculación con la ciudad desde que la Congregación de los Sagrados Corazones llegó en 1881, con más de un siglo trabajando en el ámbito educativo, pero también en el ámbito social, cultural y deportivo, mostrando en todo este tiempo su compromiso con la ciudad.

 

Por las aulas de sus dos colegios han pasado muchas generaciones de torrelaveguenses que, con el paso de los años, han destacado en diferentes ámbitos, pero también docentes, trabajadores y familias que han contribuido a situar a los centros de la Congregación (colegio de los Sagrados Corazones y colegio Nuestra Señora de la Paz) como un referente.

 

Torrelavega aún no había recibido el título de ciudad cuando, gracias a las gestiones del párroco Ceferino Calderón, la Congregación se instala en Torrelavega y un grupo de religiosas abre su primer colegio en la Plaza Mayor con la prioridad de facilitar educación a las mujeres, también a quienes tienen menos recursos. Más tarde, se trasladan a la calle Julián Ceballos y, posteriormente, en 1966, las alumnas fueron trasladadas al actual centro.

 

Más adelante, en 1921 se construyó el colegio de los Padres. Contribuyó para ello con una importante donación la viuda del médico y alcalde de Torrelavega, Gregorio Martín Blanco, Dolores Velo Cabrero que, con su aportación, 180.000 pesetas, hizo posible la instalación en Torrelavega del colegio para la educación de los niños, que hasta ahora, los que podían estudiaban en el colegio de Villacarriedo.

 

Con esta donación se compró la casa de la Pizarra, fue el embrión para la fundación del Colegio de Nuestra Señora de la Paz. Poco después el centro se trasladará al actual emplazamiento. El edificio, obra de Francisco Coello de Portugal, con fachada de José María Subirachs, forma parte del Inventario General del Patrimonio de Cantabria desde 2002. Con el paso de los años, los religiosos fundarían también una comunidad en Sierrapando, junto a la parroquia de los Santos Justo y Pastor.