-Se podrá visitar hasta el 31 de agosto
Torrelavega, 14 de agosto de 2020-. La concejala de Cultura Esther Vélez inauguró ayer, acompañada por el organizador de la muestra Alejandro Campo, el director general de Deportes del gobierno de Cantabria Mario Iglesias y una amplia representación de concejales de la Corporación Municipal y la familia Mallavia, la exposición con motivo del centenario del Primer Campeonato de España de Bolos de Primera Categoría Individual, y de homenaje a Federico Mallavia.
Esta exposición, denominada “125 aniversario de Federico Mallavia Villegas” (Ico el grande) “gira en torno a dos ejes, la figura de Federico Mallavia y de los bolos”. “Es una exposición pequeña y simbólica pero con mucho contenido y valor patrimonial”, explicó Vélez.
“Hemos organizado esta exposición porque los bolos son uno de los deportes más antiguos de la humanidad, además los bolos son un deporte vernáculo en nuestra provincia y forman parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial y una seña de identidad de los cántabros, y desde la concejalía de Cultura tenemos el objetivo de poner en valor y preservar nuestro patrimonio”, recuerda Vélez.
“Y Torrelavega, de la mano de esta dinastía de los Mallavia, se convirtió en la capital bolística de Cantabria”, valora Esther Vélez.
Alejandro Campo, por su parte, detalló la trayectoria bolística de Mallavia y la estrecha relación de la familia con el mundo de los bolos. “La dinastía bolística de los Mallavia es de referencia en toda España, hablar de bolos y Mallavia es un binomio que no se puede deshacer”, valora Alejandro Campo.
La exposición recoge algunos documentos, fotografías y trofeos históricos “con valor porque son de los años 20-40, la etapa más esplendorosa de Federico Mallavia Villegas”.
El aforo interior de la Mauro Muriedas está reducido a 12 personas por COVID-19, así que la inauguración se hizo en el exterior de la Sala Mauro Muriedas, con 50 sillas para respetar las medidas sanitarias por coronavirus, con medidas como la mascarilla obligatoria y la distancia entre personas.
Todas las sillas se llenaron y hubo personas de pie en la calle presenciando la inauguración, que ha contado con la colaboración de la familia Mallavia.